jueves, 4 de noviembre de 2010

El



Hoy fui testigo de las palabras de él. Aquél indescriptible ser que arrasa con la velocidad del habla. Él destruye cosas pero las vuelve a crear. Si pudiese escapar lejos de todo, quedaría aislado en compañía de la experiencia y sus manos temerosas pero fuertes.




Él quiere abandonar todo para comenzar a descubrir. 


A veces me quiere olvidar para volver a empezar. Anhela dejar atrás lo aprendido y errado, para educarse y desacertar nuevamente.


Él quiere volver a nacer para gritar sin ser censurado. No quiere ataduras ni tristezas. Quiere amar sin llorar. Escribir sin matar y por sobre todas las cosas, él quiere vivir

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