domingo, 7 de noviembre de 2010

Quizás



Está ahí, durmiendo, observando por entre sus sueños los paisajes temidos, inalcanzables, tétricos y bellos.


Se encuentra caminando por las piedras, por el agua del río que se acaba. 

A veces viene a contarme sus viajes. A veces corre para alcanzarme. Sin embargo, no siempre puede tomarme de la mano para llevarme con él.

Me digo a mi misma que él no quiere volver a estar aquí para acompañarme por siempre. Pero le digo gritándole que quisiera perderme entre sus pensamientos y sus brazos. 

Lo único que se regocija en mi memoria son sus palabras y las tan inquietantes ocasiones de encuentros entre nuestros cuerpos agitados por las caricias y el deseo de ser devorados. 

Hoy, él está aquí, despierto vociferandole al mundo que me ama. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario