miércoles, 23 de febrero de 2011

...

Ayer me desperté y no dije nada coherente. 
Vociferé al viento silencioso que estaba loca. El viento aquél me levantó con fuerzas y me dejó caer, diciendome que la vida era así y que yo me estaba convirtiendo en nada. 
Me hizo jurarle que intentaría caminar y que dejaría guardado entre los escombros del llanto un esperanza desconocida.




Hoy, ya no amo a nadie
Hoy, me envuelvo en el suspiro desalentador de la pena
Hoy, recojo los pedazos de mi piel que dejé caer por ahí.


Sin embargo hoy... yo quiero levantarme y vivir

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