sábado, 11 de febrero de 2012

Poesía manoseada


Era una poesía muerta, usada, insípida y cretina.
Observaba el paisaje aburrido y lo convertía en un paraíso de plástico.
Mentía.
Me abrazaba porque se sentía amenazada.
Besaba a los ciegos para ocultarse
Jamás quiso ser destruida
                                               recordada
No mató, pero sí calló.
Su silencio se ocultó por entre los labios desolados y coléricos.
Ahora ella se encuentra ahí. Quieta y sigilosa.
Para no ser impasible entre las palabras esquizofrénicas, manuscritas y leídas,

                                               Muere

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